miércoles, 4 de mayo de 2022

El contenedor azul

 

                               Así comienza este relato del libro Bajo la luz de mi plaza

            Cuando llegamos al apartamento encontramos al hombre con una cuerda en el cuello. Debajo de él una silla y un montón de papeles esparcidos por el suelo. Aún conservaba entre sus dedos una pluma estilográfica.

Momentos antes habíamos entrado utilizando una tarjeta de crédito.

Y aún mucho antes, a primeras horas de la mañana y según mi costumbre de sábado, previa al desayuno, le estaba dando un repaso al contenedor de papel que me corresponde por vivir donde vivo. Y es que Diógenes me enseñó que era bueno mirar de vez en cuando, puesto que en ellos se encontraban sorpresas agradables y gratuitas. Extraigo alguna revista, me entero de los cotilleos y luego me tomo mi café con tostada y jamón. Lo que no me podía imaginar es que aquel 9 de julio, el cotilleo iba a subir de tono y me iba a implicar a mi mismo  por mi afición a meter la mano en semejante sitio. Las cosas fueron como siguen:
.../...

2 comentarios:

  1. Me has dejado con la intriga. Qué encontraste en el contenedor? Quién es el hombre ahorcado? Qué había escrito?

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    1. Ja, ja... Las respuestas están en el libro, amiga. Abrazo

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?