miércoles, 16 de julio de 2025

El pinsapar

 


EL PINSAPAR, UN TESORO BOTÁNICO

Encontré este reportaje en las redes y me pareció extraordinario para esta sección del blog. Autora del reportaje: María N. Ángel Rueda

En mayo de 1934, el matrimonio formado por los prestigiosos botánicos Pierre y Valia Allorge, procedente de París, recorrió parte de Andalucía dentro de sus numerosas expediciones por España y otros países de Europa para investigar su flora e inventariar nuevas especies. En su recorrido, dedicó una mención especial al pinsapar de la Sierra de Grazalema, "una de las más bellas excursiones que un botánico puede realizar".

un tipo de abeto singular que propició la declaración de la Sierra de Grazalema como Reserva de la Biosfera de la Unesco -primera en la Península Ibérica- y, posteriormente, como parque natural.

Descendiente de los abetos centroeuropeos que formaban grandes bosques en las épocas glaciares, en la actualidad solo se encuentran pinsapos en el Parque Natural Sierra de Grazalema -a caballo entre dos provincias, ya que comprende la sierra de Grazalema (Cádiz) y la serranía de Ronda (Málaga)-, en el Parque Natural Sierra de las Nieves y en Sierra Bermeja, ambos en la provincia malagueña. También existe un pequeño reducto al norte de Marruecos. El pinsapo es una de las nueve especies de abetos que viven en las montañas que circundan el Mediterráneo.

Panorámica del pinsapar en la Sierra de Grazalema.

En la Sierra de Grazalema, el pinsapar se extiende por una superficie de más de 400 hectáreas sobre la conocida como Sierra del Pinar. Adentrarse por el bosque de pinsapos es penetrar en un territorio dominado por la naturaleza, donde la profusa vegetación deja poco espacio a la luz solar. Los pinsapos se ubican generalmente en laderas norte, protegidos de la excesiva insolación y la pérdida de humedad. Esto da lugar a un bosque concentrado y umbrío, en el que los ejemplares compiten por la luz, lo que deja sin hojas sus ramas más bajas y supone una escasa presencia de matas y arbustos, que se reducen a muy pocas especies.

Los bosques de pinsapos estuvieron muy extendidos hace millones de años, cuando las condiciones climáticas eran muy diferentes a las actuales. Eso los convierte hoy en un vestigio de aquellos tiempos y en una joya botánica restringida a un área muy reducida. Su nacimiento y proliferación coincidió con el enfriamiento durante el periodo Terciario, era geológica que se inició hace unos 65 millones de años.

Cuando el clima empezó a suavizarse y las precipitaciones fueron disminuyendo progresivamente, dando entrada a la era postglaciar, la mayoría de los pinsapos desaparecieron. Si han conseguido sobrevivir y mantenerse en pocas áreas, como el Parque Natural Sierra de Grazalema, ha sido gracias a la orografía de la zona, que les ha proporcionado condiciones climáticas cercanas a las existentes en épocas muy anteriores.

Pero, ¿quién descubrió el pinsapo como una especie única del sur de España? Al botánico Edmond Boissier corresponde su presentación en sociedad en abril de 1837, cuando lo calificó como una especie nueva y original tras descubrirlo en Sierra Bermeja y, posteriormente, observarlo más de cerca en la Sierra de las Nieves. "He dado a esta nueva especie de conífera el nombre de 'Abies pinsapo'", escribió después.

 

Si la existencia del pinsapar mereció el reconocimiento de la Sierra de Grazalema como Reserva de la Biosfera en 1977 y parque natural en 1984, la distinción permitió, a su vez, reforzar la protección y mejorar en el tiempo las condiciones de esta masa forestal. "Desde que se reguló su protección, la superficie de pinsapos se ha duplicado",
Las principales intervenciones en este espacio se centran actualmente en la prevención de incendios, creación de áreas cortafuegos y otros trabajos forestales para su protección. "Además de evitar los incendios, la principal actuación pasa por dejar que la naturaleza siga su curso",
Aun así, señala, "la naturaleza es una lucha y hay otras plantas que también luchan por su espacio, como el quejigo o roble andaluz, pero eso no ha impedido que el pinsapo haya avanzado mucho y se encuentre en muy buen estado de conservación".

El sendero comienza en el lugar conocido como Las Canteras o Los Areneros debido a las canteras que aquí se encuentran, a un par de kilómetros de Grazalema, en la carretera que sube al Puerto de las Palomas. Ganando altura, el camino alcanza el Puerto de las Cumbres, desde donde se puede contemplar la Serranía de Ronda y una gran extensión de la Zona de Reserva. Se divisa también el Torreón, el pico más alto de la provincia de Cádiz, y algunos pinsapos hasta llegar al propio pinsapar. Más adelante, los pinsapos ceden el protagonismo a los quejigos, para concluir el itinerario en una pista que se dirige a la población de Benamahoma.

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