lunes, 9 de mayo de 2011

Autorretrato (3)

249 Terminó la Feria Gon, supongo que estarás echo polvo, procura hablarme bajito Alba y a poder ser poco, como quieras, me imagino que habrás sacado tiempo para colgar…¡sí, sí!, y no me digas nada de nadie…ya hablaremos, está bien, pues ya hablaremos.
AUTORRETRATO (3)
Los folios tan perfectamente alineados volvieron a ser un galimatías de letras, frases y remiendos que no los conocía ya ni la Packard  que los parió. Volví a tomarme la justicia por mi mano e intervine en algunas palabras para que no se reconociese su significado, aprovechándose de la precariedad del traje de segunda puesta: siempre hay algún agujero o alguna descomposición en la tinta para salirme con la mía. En la siguiente ocasión que tuve que vérmelas con mis compañeros de la computadora, la cosa ya había cambiado y se me trataba de otra forma mucho más honrosa para todo escrito que se precie. Era como un acicalamiento premeditado y mirado al detalle: una coma por aquí, un espacio por allí, un gazapo que intenta colarse, un acento que se escapaba. Me dejan en definitiva en perfecto estado de revista, para que otros ojos me miren y otras manos me acaricien. Orgulloso como un pavo en celo paso a formar parte de un listado, en el que se me asigna un número y se me coloca en una especie de lista de espera. En ese momento nacen en mí serias dudas sobre el estado físico en el que me encontraría la próxima vez, que alguien se digne acordarse de mí, ¿para qué tanta guapura? A lo mejor cuando lo hagan, estaré tan pachucho, que casi será necesario reescribirme de nuevo. Pero en fin, dentro de la ignorancia que me invadía no me quedaba otro remedio que tener paciencia, y esperar que de esta columna de folios tan bien ordenados y numerados no pasara a hacerle una visita al contenedor azul, que es donde dicen que acabamos la mayoría de las veces, una vez que el color de la piel se va volviendo amarillenta. La esperanza que me quedaba es que como no dejaba de ser un clon, puede que alguno de mis semejantes alcance la meta para la que fui concebido, porque ¡vamos a hablar claro!, que uno ya va siendo mayorcito: a mí me decían de peque que yo era el producto de un pensamiento, de una idea, y que la mano trazaba el diseño de mi ilustre figura para satisfacer un deseo interior, una forma de comunicación entre semejantes, no importaba cual fuese el destino final de lo que se hubiese parido. ¡Ja!. ¡Eso no me lo creo yo ni harto de tinta! Si esos folios no terminan pasando por una imprenta y no ven la luz del día cobijados por dos buenas cubiertas, déjame de satisfacciones, que es lo mismo que si no hubiesen nacido. Esa es la vida, esa es la lucha por sobrevivir y esa es la realidad y lo demás son cuentas que nunca salen. Por eso yo tenía y tengo fe en lo de la clonación, sea por acierto, por lo que uno pueda valer, o porque alguna vez tenía que ser, cualquiera de las copias que andan por ahí buscándose la vida, puede dar el golpe de gracia y pasar del anonimato a la fama en un abrir y cerrar de páginas. Nuestra vida puede ser corta, excesivamente corta, pero también puede ser eterna y ahí está la fuerza de la que nos valemos para seguir emborronando folios. En la actualidad yo no soy nadie, no paso de ser un mero espectador del mundo que me rodea, pero viajo, navego por las ondas, y tengo las maletas siempre dispuestas por si algún día llega ese momento que se me grabó en el mismo instante de nacer.

4 comentarios:

  1. Al contenedor azul nunca!!! Lo que un día se deshecha otro sirve de base para otra historia.
    Al fin y al cabo, como hace nada me dijo alguien: es nuestro legado ;)

    Muaks

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  2. Sigue navegando, viajando a través de mundos imaginarios y que tus letras nos regalan. Deja la maleta dispuesta para que no pierdas tiempo cuando la imaginación abra sus alas y puedas volar lejos a por un nuevo sueño.
    Un fortísimo abrazo

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  3. Perdona si he tardado en llegar Arruillo, ya sabes problemas con bloguer....
    te digo como Ananda, nada de tirar a la papelera...cualquier otro momento será bueno para un buen reciclaje
    Un abrazo
    Stella

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  4. Tras leer Autorretrato(3),me siento invadida por una inquietud:es difícil ser alguien supremo en lo que se ha elegido en la vida,la mayoría somos ayudantes del que el destino elige como modelo;aunque,como se suele decir:"el que la sigue,la consigue",así que ¡adelante,a ver qué te depara este destino señalador!.

    Me quedo sorprendida del genio que desplegas.Acaba de llamarme mi niña por teléfono y le comenté que estaba leyendo un relato.Le pregunté que qué alma tendréis los escritores que expresabáis los acontecimientos y sentimientos con tanto arte...Le conté lo que estaba haciendo con el corazón emocionado de sentir tanta letra tan genialmente colocada para llegar al sentimiento del lector.

    Sobre el reciclaje,yo como ecologista te digo que es lo mejor:material para un futuro...una buena mezcla y se consigue una obra de arte.

    Voy a por el cuarto admirado escritor.

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?