lunes, 22 de agosto de 2011

Historias de la edad de oro


260 Bueno Gon, por fin estamos  en una semana normal, ya iba siendo hora Alba, que esto se estaba poniendo de un aburrido que atufa, ya ves: tus amigas Ananda y Xristinah te han visitado, ¿a mí?, ¡vale!, nos han visitado, nos han contado como les va la vida y como verás aún hay gente que no han descansado este verano, ¿a mí me lo vas a decir, Alba¿ ¿a mí?, que estoy que araño, pues cálmate porque aún hay que esperar la llegada de D. José, ese si que vive bien, pero depende de nosotros, no lo olvides Gon, sin nosotros le costaría trabajo tirar del carro, ¡anda, vamos!, en fin, veo que no estás con disposiciones de lunes, te lo plantearé de otra manera ¿terminaste con el tiempo perdido?, te refieres a Proust, así es, terminé con la primera entrega y me he quedado tambaleando con tanta aristocracia, se ve que no te ha convencido mucho, es muy pesado, ¡ya!, pero importante para lo que es la literatura propiamente dicha, tendré que madurarlo, ¿y tú como vas con Dante?, pues mira Gon, aunque se trata de otra lectura de esas que tienen más acotaciones que palabras del original, no me está resultando pesado, es que la poesía ayuda, no te voy a decir que no, sobre todo si la traducción es buena y están actualizados sus términos, ahí me llevas ventaja, lo importante, amigo Gon es que cuando llegue el jefe tengamos la tarea terminada para que no le demos motivo, a mí no me hagas planteamientos extraños que aún no he descansado, ¡vale, vale!, no volvamos a lo mismo, sabes anoche estuve en el cine de verano y luego de soportar unas temperaturas asfixiantes durante la semana, resulta que por poco me quedo pajarito, ¡qué frío pasé!, me tuve que meter en la cama con el pijama de alta montaña, ¿y qué vistes?, una película que te recomiendo si no la has visto: “Historias de la edad de oro”, sobre los últimos años de la dictadura de Ceaucescu, si quieres pasar un rato desternillante, consíguela de donde sea, ya veremos ¿oye, habrá que ponerse a trabajar, no?, tienes razón Gon, que nos dejamos llevar y como no está quien tenía que estar, en fin…hasta luego.

3 comentarios:

  1. Proust, Dante...demasiado para este calor que nos deja sin ganas ni de mirarnos. No sé, prefiero algo más leve para amenizar las siestas de agosto.
    Tienes razón en lo de quedarte pajariro en el cine de verano. Ayer por que bajó a base de bien la temperatura y el sábado porque nos freíamos sin aceite ni ná:)

    Bienhallado

    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Uffff, coincido con Trini, por eso le estoy dando a "Caperucira roja" (la gótica, no la de la toda la vida)
    Qué gozada ayer, qué fresquito!!! Siento que te quedaras pajarito jajaja, este tiempo está más loco que moi.

    Le dais un abrazo a Don José de mi parte.

    Besitos!!!

    ResponderEliminar
  3. No me digas que aún sigues de vacaciones!
    Amigo Arruíllo, me encanta tu blog, ahora que llega el otoño, me siento entre estos ocres colores, como una hoja que al caer va visitando mundos diferentes, como si quisiera elegir entre ellos, el más idóneo para al fin caer y terminar sus días.

    Tus artículos siempre me hacen esbozar una sonrisa.

    Un cordial saludo, Mis Vendimias no toma vacaciones, ni jamás cierra su puerta, vuelve a recoger la cosecha, estamos en vendimia!
    Abrazos.

    ResponderEliminar

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?