miércoles, 22 de abril de 2015

Trío de ases




Confieso mi  debilidad por Horacio Quiroga, me la insuflaron en uno de esos cursos en lo que uno se apunta para mejorar en la escritura. Forma parte de mis libros de cabecera, a él acudo como un bálsamo cuando me enredo con lecturas complicadas o que no me llenan. Leo “En la noche” y me parece mentira que en tan pocas páginas se pueda crear una tensión tan enorme, una atmósfera tan propicia, que a pesar de saber que estamos ante un final feliz –cosa extraña en este autor–, seguimos leyendo con voracidad. Su divague, sus diálogos, son exquisitos, únicos. En el relato corto, Quiroga es uno de los grandes. Un bálsamo, ya digo.


Leo a Antonio Gala en “Los papeles del agua” Es indudable que la prosa de Gala es contagiosa e invita a seguir leyendo, bien sea porque la historia en cuestión atrapa o porque su aportación intelectual es interesante. Su amplio bagaje le hace tirar de recursos sugestivos, sobre todo a la hora de referenciar a otros autores o acontecimientos literarios de épocas pasadas; traer a colación algún acontecimiento o alguna frase, me parece una buena manera de formar al lector. Si está bien hecho, claro. Gala cuenta una historia de amor que busca su originalidad en unos supuestos cuadernos que una supuesta escritora conocida habría escrito y no publicado. La sitúa en la ciudad de Venecia como un atractivo más para la lectura y se atreve a darle cancha a la temible mafia de origen italiano, lo cual siempre es un riesgo por muy literario que sea lo que alguien escribe. Puede que Gala esté ya un poco de vuelta de todo. No se me ha hecho pesado, lo he leído con gusto, a pesar de ser un libro de más de cuatrocientas páginas.

Y para terminar, mencionaré a un poeta malagueño, para mi desconocido hasta  ahora, Francisco Muñoz Soler, nacido en 1957, que me ha sorprendido con “Esencias” y “Alma entre almas”, publicado por la Asociación Di-Fusión-2 –de la que acabo de hacerme socio–. Su estilo es tan claro, tan de andar por casa, que se hace íntima su versificación. De él, dejo esta muestra:


Desgraciadamente
no leen poesía
quienes no necesitan
 amar

desgraciadamente
no leen poesía
quienes hacen bandera
de la estulticia

aún así
tenemos que reavivar
sus consciencias

con la fortaleza
que nos da el amor
para conquistar
espacios de compasión

en sus corazones 
de piedra.

2 comentarios:

  1. Qué bien, amigo. Bna entrada nos presemntas.

    Gracias + Abrazos

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  2. Hola J. R. de este trío solo conozco Antonio Gala, pero tengo curiosidad por los otros dos autores, ya miraré a ver si encuentro estos libros.
    Un abrazo y feliz semana.

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