a tus orillas de mar
y aspiré con ansia el aire
queriendo portar conmigo
el limpio vuelo del águila,
el brioso trote del sarrio
o el chasquido efervescente
de un urogallo en el bosque.
Y al mirarte frente a frente
descubrí al hombre que soy,
al ser que camina erguido
por un hollado sendero
que miles de pasos
han labrado.
Estany LLong
sé que tú seguirás mostrando
tu alegre hedonismo
cuando llegado el momento
yo sea de la Tierra
y seguirás ofreciendo,
tu blanca mano
al acuoso susurreo
que te regala
Estany Redó.
Pronto será el carámbano
quien entretenga tu tiempo
al pie del manto nevado,
quien juegue
a disfrazarte de hada,
pero yo no podré verte,
ni sentir la fría mirada
de tu uniforme de invierno.
Lejos estaré pensando
en esa familia de anátidas
que compartieron conmigo
unas migajas de pan.
