lunes, 22 de febrero de 2010

Se busca historia (y 3)


159 Hoy no ha venido Gon, pero me ha dejado aquí la tercera y última parte de su última historia ¡Que nos aproveche!...

SE BUSCA HISTORIA (y3)
.../...Viene de Se busca historia (2)
Y estas cosas que me sale de las entrañas, no dejan de sorprenderme a mí mismo, porque en el fondo he sido toda mi puñetera vida un cagón, que hasta hace bien poco miraba debajo de la cama antes de acostarse, y que durante muchos años he visto fantasmas donde sólo hay sombras. Y para que los intrincados vericuetos de la mente estén más justificados, resulta que no estando solo, o sea, si estaba acompañado aunque fuera de un niño, nada de eso me ocurría y no digamos ya si el acompañamiento era más numeroso, entonces yo era Periquillo el primero a la hora de ponerme a la cabeza de aquello que hubiese que descubrir. El interior de uno mismo debe ser algo así como la proyección de todo lo que nos ha ocurrido con el paso del tiempo. Comencé interesándome por las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín y todavía se me abren los poros cada vez que tropiezo con alguna novela donde la aventura está presente. Algo insólito, según me parece a mí.
—Muy bien Julián, creo que ya me has escrito suficientes cosas por hoy. No debes exprimirte más, porque a veces hay que darse un respiro para...
— ¡Ni hablar! Ahora estoy en mi salsa y tienes que escucharme hasta que me quede sin tinta, después de la bulla que me has formado porque no lo estaba haciendo bien.
—Julián, si está muy bien como lo estás haciendo. Observo que por fin fluye adecuadamente el verbo, y además estoy grabándolo todo para que puedas escucharlo cuando tengas una recaída.
—Ni hablar. Yo sigo, que para eso te voy a pagar la consulta. Me dejaste bien claro que tenía que pagar, porque si no esto parecería que no era cosa seria. Así que ahora, escucha.
—De acuerdo Julián, pero hay un límite, porque ya digo que no es bueno llevar a cabo un vaciado total en una única sesión.
— ¿Qué me quieres cobrar más todavía? Ni hablar. Yo he venido aquí a vaciarme y me vacío.
— ¿Pero y los clientes que están?..
— ¡Que esperen!
—Está bien, siéntate y relájate, ya me buscaré alguna excusa. ¿Quieres algo para beber?
—Agua.
—Muy bien, llamaré a Felisa para que te traiga agua. Yo me pediré un cafetito. ¿Te importa?
—No. Tómate lo que quieras, joé, que para eso estás en tu casa. ¿Seguimos?
—Seguimos.
Lo cierto es que ya pocas cosas me quedan por decir. Tiene que ser esto, de sentarse de forma relajada y empezar a escribir cosas, porque yo noto la mejoría, me siento como otro muy distinto a la persona que entró por esa puerta con pasos inseguros. Es bueno largar, no cabe duda, aunque tengo sospechas sobre si esto es adecuado para cualquier persona, porque creo que más de una es mejor que se quede calladita y distraiga su mente con cualquier cosa, porque la vida se va pasando y cuando te das cuenta se te ha ido lo mejor del querer, siempre que el asunto no sea de extrema gravedad. En fin, que me siento bien, que me parece que ya he dicho todo lo que tenía que decir. Ahora que lo interpreten los técnicos. Yo a vivir.
— ¡Ernesto!
—Sí, Julián.
—Que ya he terminado.
— ¡Ah que bien! ¿Cuándo vendrás por aquí otra vez?
—Pues no sé, depende de lo que me pidas por interpretarme.
—Por eso no te preocupes, tú sabes que entre nosotros no va a haber problemas. Si te parece me puedes traer un puñadito de sal como la última vez.
—No te quejes, que así es como se pagaba en otros tiempos.
—Ya, lo que pasa es que mi médico de cabecera, me ha recomendado una dieta hiposódica y con los tres pepinos que le tuve que aceptar el otro día a otro cliente – y además no me gusta el gazpacho -, lo tengo difícil como esto siga así.
—Lo siento mucho, eso te pasa por dártelas de enterado. Si en lugar de montar una consulta, te hubieras dedicado como yo a hacer de paciente pobre, otro gallo te cantaría. Y date con un canto en los dientes, hay quien me paga las prácticas ¡eh! No creas.
—Bueno, si no te quieres molestar en pasar, ya te mandaré las copias, no te preocupes.
—Vale.
—De acuerdo Julián, vete tranquilo que yo seguiré intentando encontrar esa criatura – que tiene que estar por algún lado-, que sea capaz de escribirme la historia de mi vida, no la que tengo, que no me gusta, sino la que podría tener y sé que está en el fondo de alguno de vosotros. A partir de ahí la seguiré escribiendo yo mismo.
.../...Continúa en Se busca historia(y3)

2 comentarios:

  1. Bueno... Vaya tela. Una de negros psico-biógrafos. Menudo quiebro de cintura literaria.
    Felicitad a Gon por ese descubrimiento.
    Por mi parte, me descubro.

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  2. Wow! Qué se puede decir ante tan significativo relato...tanto pero tanto para mi adentro y en un abrazo a vos, Aurillo, mi admiración y un gracias...gracias compartir por este relato de tres partes, el que leí , en el momento justo de mi vida.
    TODO ES POR ALGO.

    Besos.

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