Al habla con xrisstinah

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—¡Gon, ponte al teléfono que llama xrisstinah.

—¡Cristina!

—¡No, xrisstinah!

—¡Ah, bien! ¡Hola Xris…

—¿Qué pasa Gon, no hay quien te vea?¿dónde te metes?

—Ya contaré, ya…

—¿Oye, que digo yo que si orgasmo y rogasmo es lo mismo?

—Es que no sé lo que es rogasmo.

—¿Qué no? Pues es muy sencillo: petición que se hace al cielo para que haya un trasvase de esencias como dios manda.

—¡La madre que..¡qué cosas tienes!

—¡Ja,ja,ja!, para que veas Gon, que hay gente con ingenio.

—Calla Alba, déjala que se exprese ella.

—Con un ojo la miro a ella, con el otro le miro a él…

—Xris, no te pongas romántica.

—No es romanticismo Gon, es que con tanto trasiego de momentos sexuales, ya no sé donde mirar.

—Entonces ¿no te ha gustado el relato de Gon?

—No es eso Alba, es que cuando me pongo las gafas, construyo un universo y pierdo la visión.

—¡Ahora ya lo veo más claro!

—¡Ja,ja,ja!, Xris, tienes a Gon que no sabe con qué carta quedarse.

—Pues hijo, que se quede con la que más le guste ¿puedo preguntaros algo?

—Adelante.

—¿Las relaciones sexuales plenas desgravan de Hacienda?

—La madre que…¡eres un bicho!

—¡Ja,ja,ja! Y de los que pican, Gon, de los que pican.

—¡Hala! Os dejo que me están reclamando por el interfono.

—¡Adios, Xriss! Llama de vez en cuando.

—¡Adios Gon! Un beso Alba.