¿Alguna vez contaste los pétalos
del jazmín
mientras con tus dedos formabas
remolinos de aroma?
Yo lo hago y veo tu boca
y el brillo de tus pupilas
bajo tus cejas un río de esmeraldas.
Róbale a Philos el poder
construiremos una tabla excell
y en una celdilla en blanco
comenzará nuestro viaje.
La avenida ruge en gris,
lees tu última llamada,
tiemblo de pensar que puedes
rozar con el filo de tus dedos
la carga de amor de mi piel.
¡Que te falta!
Qué tic-tac machaca mi sien
de lógicas respuestas verdeazuladas.
Hoy no escucho
el trinar glorioso de gorriones,
ni veo caer las hojas
marchitas del limonero,
hoy he vuelto a meterme a buzo
entre mi propio tejido
y ahí sigue visible el papel,
los focos, el escenario
solo espero que el regidor
te de
paso
te de
paso.

Hola J. R muy bonito el poema, me gusta donde dices ¿Alguna vez has contado los pétalos del jazmín mientras con tus dedos formabas remolinos de aroma? ¡es muy bello!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vibra el otoño
ResponderEliminarde cálidas palabras,
pasos de amor.
Querido amigo, este haiku me lo ha inspirado esta entrada tuya. Bella emoción. Un beso.
A veces hago como esta noche: Me lanzo a la caza de música que no haya oído nunca y blogs desconocidos para mí. Hoy me he cobrado una banda australiana y tu blog.
ResponderEliminarGracias.
Bellísimo tu poema, el escenario de tus letras danzan al son de tus dedos y el trinar de los gorriones, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.