jueves, 19 de abril de 2018

Mustélida



Publicado en 1979 en la Colección Vasija, del grupo Barro.
MUSTÉLIDA en nutria en un río, es ave en vuelo perseguido, es vela en alta mar, es libertad serena, es lucha sin rencor, es batalla sin sangre del hermano, es pueblo, es sueño, es esperanza, es rabia y es amor, es seno y trenza, es mujer y reposo... Eres tú mismo persiguiendo ilusiones que se escapan, huyendo delante de tus ojos cuando leas.
Pedro Arnaiz Tejada

Mustélida fue cuando pequeña un árbol,
porque creció desnuda de cuerpo en primavera.
Mustélida es como un surco de espumas.
¡Oh! reprimida fuerza de galerna su boca.

Estrella que iniciaba su ruta en las galaxias
para poder un día bombardear el hambre
y poner parabrisas al llanto de su pueblo,
abocado hacia el mar inmenso de la tierra.

Porque la tierra seca guarda un mar en su vientre,
una balsa infinita de sudores y llantos,
que perdieron el filo de las negras raíces,
y entonces subterráneos, sostienen pueblos muertos.

Por eso ella lo busca,
confundida en la rosa.
Estrellando en la nube relámpagos de lluvia.
Queriendo abrir el libro de sus manos vacías,
para que todos lean la furia de sus uñas,
el tacto de sus dedos, el calor de su carne.

Por eso ella lo busca
y lo encuentra en la brisa,
y lo describe a gritos, escribiendo en paredes;
y lo demuestra en medio
de la fuerza del orden.
Apedreando vidrios,
picando la verdad con los dientes,
lo mismo que una bomba de mano,
rápidamente al aire.

Mustélida social.
Diana de mis flechas.
Arco de mis silencios.
Vencejo de mis haces.

Trepadora de árbol
donde anidan los sueños.
Peine de arar besanas.
Red de pescar instantes

...................................................

Disparada al amor como un suspiro
que, atravesando besos y caricias,
hace la vena río navegable.

2 comentarios:

  1. Es uno de los poemas más hermosos que he leído amigo J.R. Te doy las gracias por traerlo.

    Besos de Espíritu sin Nombre.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra que te haya gustato, Conchi, la buena poesía no se debe olvidar, alimenta espíritus como el tuyo.- Un abrazo.

    ResponderEliminar

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?