lunes, 6 de mayo de 2019

El sufrido Domínguez




Los rigores del verano de este Sur que nos contempla, suelen afectar al cerebro porque no es natural tanto cambio del frío del aire acondicionado a los 40º a la sombra. Y con esos cambios y las propias circunstancias del cotidiano quehacer, no es de extrañar que a personas como Manolo les de por pensar mal de su propio compañero de trabajo, que por cierto es el que más cerca tiene en esos momentos. Todo se puede complicar un poco más de lo calculado y al final pasa... lo que tiene que pasar. Collage de verano afronta esa situación. La ventana está abierta para descubrirla en el libro de relatos Una parada obligatoria. Anímate a asomarte a ella.

2 comentarios:

  1. Te sobra gracia y amenidad en el decir, amigo. Estupenda invitación.

    Abrazos

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  2. Muchas gracias, tocayo. Hay que echarle un poco de sal a la vida, de lo contrario es muy sosa. Un abrazo

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¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?