En estas paradas que vengo haciendo de vez en cuando en el blog -al hilo del libro de relatos Una parada obligatoria -, me quiero detener hoy en los textos del escritor norteamericano TRUMAN CAPOTE
TRES CUENTOS
Con sabor a Navidad nos adentramos en el mundo literario de Capote y de sus
primeros años de vida. Una relación difícil con su padre, al vivir lejos de él
unas paradojas que nos hace ver Capote de una manera muy sencilla. Es de
suponer que los relatos deben estar inspirados en aquellos años sin llegar a
ser considerados autobiográficos. Las descripciones son auténticos manjares a
saborear como esa tarta que hace su amiga en “Un recuerdo navideño”. Tal vez lo
interesante sea la lectura de los tres cuentos, ya que por si solos pueden
perder fuerza narrativa o al menos la estructura clásica de inicio, nudo y
desenlace.
CUENTOS COMPLETOS
Se recogen en este libro unan buena colección de cuentos, todos ellos muy
válidos, para conocer al autor, puesto que se hallan relatos tanto desconocidos
como otros de fama mundial. Destaca su magnífica forma de describir todos los
ambientes en los que se mueven sus personajes y aunque pueden resultar a veces
complicado seguir el hilo argumental por la dificultad de los nombres, queda
compensado con la delicia de la narración. Los diálogos entran tan bien que
todo parece natural, como su estuviésemos en una habitación, en ese tren, o en
cualquier otro sitio donde Capote nos quiera trasladar. Me quedo con títulos
tan sorprendentes como: “Un árbol de noche” “Una guitarra de diamantes” “Una
casa de flores” o “En la antesala del paraíso”. Sin duda una buena colección que
conviene releer cuando nos encontremos en horas bajas de creación literaria.
A
SANGRE FRÍA
“El pueblo de Halcomb está en las elevadas llanuras trigueras del Oeste de
Kansas”. Así comienza esta magnífica obra que en sus primeras páginas nos
coloca las cartas sobre la mesa con ese cuádruple asesinato que pone los pelos
de punta. La forma de ser narrada, descrita y contada la historia nos va
metiendo en la trama de tal manera que cuesta trabajo dejarlo para el día siguiente.
Va quedando la sombra de la duda, de la sorpresa, hasta que al final nos
encontramos con la eterna discusión sobre la pena de muerte. Me llama la
atención –desde mi punto de vista de escritor-, la gran cantidad de nombres que
utiliza, que no son significativos para el discurrir del relato, es posible que
Capote lo haga para que el texto sea más humano, más cercano al lector, que no
se vean las personas como entes extraños. Se trata de un libro profundo, pero
además del análisis psicológico de los personajes –especialmente los dos
protagonistas, Dich y Perry – se pone en tela de juicio no sólo la pena de
muerte sino incluso el propio juicio. Lo más estremecedor de la obra es que
está basada en hechos reales, con lo cual se demuestra una vez más, que la
realidad supera a la ficción.
Y por último una curiosidad en
torno a la obra:
MATAR A UN RUISEÑOR.- Harpen Lee
Narrado en primera persona con los ojos de una niña de ocho años que vive con
su padre Aticus. Abogado, con un hermano de diez u once años y una criada
negra. Una época difícil para la gente de color y un barrio dónde había miedo a
la oscuridad. Un vecino que no puede salir a la calle y al que temen los niños.
Un negro es acusado de violación, es condenado, a pesar de las pruebas a su
favor, y muere al intentar escapar de la cárcel. Visionada la película al mismo
tiempo que la lectura de la novela resulta un ejercicio muy complejo. Si además
la llevamos para discutirla en la tertulia, ya no se puede pedir más. Una
joyita de la literatura universal, con premios en su haber y con las
sospechas de que fue escrita por Truman Capote, amigo íntimo de la autora e
incluso figura como uno de los personajes, amigo de los hermanos. El alto
valor educativo que encierra la trama es digno de mención, junto a la crítica
social y política de la situación de la comunidad de raza negra. Excelente.
Me parecen muy interesantes los cuentos completos, así que, voy a pasar por alguna biblioteca a ver si lo encuentro. Gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bien, Conchi, ya verás que te han de gustar. Un abrazo
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