jueves, 23 de marzo de 2023

Truman Capote

 


En estas paradas que vengo haciendo de vez en cuando en el blog -al hilo del libro de relatos Una parada obligatoria -,  me quiero detener hoy en los textos del escritor norteamericano TRUMAN CAPOTE

TRES CUENTOS
Con sabor a Navidad nos adentramos en el mundo literario de Capote y de sus primeros años de vida. Una relación difícil con su padre, al vivir lejos de él unas paradojas que nos hace ver Capote de una manera muy sencilla. Es de suponer que los relatos deben estar inspirados en aquellos años sin llegar a ser considerados autobiográficos. Las descripciones son auténticos manjares a saborear como esa tarta que hace su amiga en “Un recuerdo navideño”. Tal vez lo interesante sea la lectura de los tres cuentos, ya que por si solos pueden perder fuerza narrativa o al menos la estructura clásica de inicio, nudo y desenlace.
CUENTOS COMPLETOS
Se recogen en este libro unan buena colección de cuentos, todos ellos muy válidos, para conocer al autor, puesto que se hallan relatos tanto desconocidos como otros de fama mundial. Destaca su magnífica forma de describir todos los ambientes en los que se mueven sus personajes y aunque pueden resultar a veces complicado seguir el hilo argumental por la dificultad de los nombres, queda compensado con la delicia de la narración. Los diálogos entran tan bien que todo parece natural, como su estuviésemos en una habitación, en ese tren, o en cualquier otro sitio donde Capote nos quiera trasladar. Me quedo con títulos tan sorprendentes como: “Un árbol de noche” “Una guitarra de diamantes” “Una casa de flores” o “En la antesala del paraíso”. Sin duda una buena colección que conviene releer cuando nos encontremos en horas bajas de creación literaria.
A SANGRE FRÍA
“El pueblo de Halcomb está en las elevadas llanuras trigueras del Oeste de Kansas”. Así comienza esta magnífica obra que en sus primeras páginas nos coloca las cartas sobre la mesa con ese cuádruple asesinato que pone los pelos de punta. La forma de ser narrada, descrita y contada la historia nos va metiendo en la trama de tal manera que cuesta trabajo dejarlo para el día siguiente. Va quedando la sombra de la duda, de la sorpresa, hasta que al final nos encontramos con la eterna discusión sobre la pena de muerte. Me llama la atención –desde mi punto de vista de escritor-, la gran cantidad de nombres que utiliza, que no son significativos para el discurrir del relato, es posible que Capote lo haga para que el texto sea más humano, más cercano al lector, que no se vean las personas como entes extraños. Se trata de un libro profundo, pero además del análisis psicológico de los personajes –especialmente los dos protagonistas, Dich y Perry – se pone en tela de juicio no sólo la pena de muerte sino incluso el propio juicio. Lo más estremecedor de la obra es que está basada en hechos reales, con lo cual se demuestra una vez más, que la realidad supera a la ficción.

Y por último una curiosidad en torno a la obra:

MATAR A UN RUISEÑOR.- Harpen Lee
Narrado en primera persona con los ojos de una niña de ocho años que vive con su padre Aticus. Abogado, con un hermano de diez u once años y una criada negra. Una época difícil para la gente de color y un barrio dónde había miedo a la oscuridad. Un vecino que no puede salir a la calle y al que temen los niños. Un negro es acusado de violación, es condenado, a pesar de las pruebas a su favor, y muere al intentar escapar de la cárcel. Visionada la película al mismo tiempo que la lectura de la novela resulta un ejercicio muy complejo. Si además la llevamos para discutirla en la tertulia, ya no se puede pedir más. Una joyita de la literatura universal, con premios en su haber y con las sospechas de que fue escrita por Truman Capote, amigo íntimo de la autora e incluso figura como uno de los personajes, amigo de los hermanos. El alto valor educativo que encierra la trama es digno de mención, junto a la crítica social y política de la situación de la comunidad de raza negra. Excelente.

 

2 comentarios:

  1. Me parecen muy interesantes los cuentos completos, así que, voy a pasar por alguna biblioteca a ver si lo encuentro. Gracias por traerlo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muy bien, Conchi, ya verás que te han de gustar. Un abrazo

    ResponderEliminar

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?