jueves, 12 de noviembre de 2009

Si las arenas del reloj


128 Dice el jefe que hoy toca poesía, así que ahí les dejo el poema que justifica el título de la colección Reloj de Arena…








SI LAS ARENAS DEL RELOJ


Si las arenas del reloj

fuesen de distinto calibre

podría dar cobijo

-en mi tiempo -

a más besos de primavera.

Si el corazón que grabaste

fuese sobre fondo de roble

en lugar de espigado eucalipto

aún podríamos admirarlo.

Si la llave de mi carne

cayó en oscuro laberinto

¿a qué cerrajero de guardia

podremos pedir ayuda?.

He de taparme la boca.

No quiero seguir devorando

ansias de amar

sin sentido.

Aunque los labios no quemen.

Aunque los ojos no brillen,

Aunque la desnudez sea natural,

no puede ser espejismo. No cogí

las arenas del tórrido desierto

sino de una inmensa playa

-casi dormida-

que jugaba

con el dios Sol a construir

globos aerostáticos.

Y parece que fue ayer cuando unas pocas gentes con dinero veraneaban en San Sebastián. Cambiar de cutis está hoy por hoy al alcance de casi todos. ¿Habrá que esperar a la muerte de Fidel para desentrañar el misterio cubano? ?O nos quedaremos sin enterarnos?. Aquí junto al cementerio también se recuerda a Bécquer y su estremecedora leyenda, aunque conviviendo con la muerte parece que da hasta menos miedo. El sonido del silencio, cuesta descubrirlo, se vende tan caro que hay quien le asusta su presencia. Volvieron a caer bombas USA en la herida del Golfo. Cada día que pasa las Naciones Unidas tienen un grado menos de tranquilidad. Y el resto de los mortales también. Hoy es martes, habrá que echar la primitiva ¿qué remedio?



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