90 Alba nos ha enviado una postal de sus días de playa, diciendo que nada más que por los diez grados de temperatura menos, ya merece la pena quitarse de los rigores sevillanos y además que ahora se aventura en Portugal, así que nada: ¡a disfrutar! que para eso se inventaron las vacaciones. Mientras tanto, yo dándole aquí al callo, que casi no me queda tiempo ni para aparecer por esta ventana: a la amiga Esther le agradezco sus felicitaciones por lo del teléfono, pero no puedo dejar marcado donde vive, porque no lo sé; al mismo tiempo nos han hecho una visita silenciosa Nora Baez, que tiene una casa preciosa, allá en su Argentina, así que por orden expresa del jefe, queda registrada para que no perdamos el contacto, por cierto esa relación nos ha llegado por la casa que tenemos allá en Bublelandia, como por allí tenemos publicadas algunas crónicas porteñas, suponemos que ese habrá sido el motivo de la visita de Nora, de todas formas, sea por lo que sea, bienvenida.
Sin parar de meterme en el cuerpo todo lo que pueda en forma de obras literarias, llevo este verano una buena dosis de García Márquez y casi por obligación también he tenido que leer 1984 de Orwell, que era casi un pecado, que aún no lo hubiera hecho, Eñe, Paul Auster, y mire usted por donde en la ausencia de Alba, me ha tocado leerme una biografía- de Rafael Alarcón Sierra en Espasa -de Juan Ramón Jiménez que me está dejando con la boca abierta, de como era de prolífico ese hombre y que dedicación le tenía a eso de la escritura, a pesar de su delicada salud, aún hoy día se siguen publicando obras inéditas, gracias al contínuo trabajo que se tomaba de ordenar, clasificar y corregir una y otra vez todo lo que escribía...¡impresionante!!
La verdad es que no puedo decir aquello de ¡qué ganas tengo que venga mi compañero!, porque no sé cuando me tocará a mí perderme por esos mundos. Me voy, que aquí no se para.
Sin parar de meterme en el cuerpo todo lo que pueda en forma de obras literarias, llevo este verano una buena dosis de García Márquez y casi por obligación también he tenido que leer 1984 de Orwell, que era casi un pecado, que aún no lo hubiera hecho, Eñe, Paul Auster, y mire usted por donde en la ausencia de Alba, me ha tocado leerme una biografía- de Rafael Alarcón Sierra en Espasa -de Juan Ramón Jiménez que me está dejando con la boca abierta, de como era de prolífico ese hombre y que dedicación le tenía a eso de la escritura, a pesar de su delicada salud, aún hoy día se siguen publicando obras inéditas, gracias al contínuo trabajo que se tomaba de ordenar, clasificar y corregir una y otra vez todo lo que escribía...¡impresionante!!
La verdad es que no puedo decir aquello de ¡qué ganas tengo que venga mi compañero!, porque no sé cuando me tocará a mí perderme por esos mundos. Me voy, que aquí no se para.
Qué bien aprovechada la ausencia de Alba que seguro está disfrutando como merece de playa y más. Cuánta lectura... Yo estoy con la Vuelta al mundo en voz alta para misi hijos (auténtica y genuina aunque en español) y con la vuelta al día en ochenta mundos para mí. La famosa cuadrícula que me posee.
ResponderEliminarUn beso de aire y cantos para la pequeña.