lunes, 22 de marzo de 2010

Al habla con Nora


167¿Qué te pareció la experiencia de mostrar nuestros orígenes Gon?, me vi un poco al desnudo, pero claro la señora Ruíz y el señor Carballido no son cualquier cosa, por tanto estar cerca de esas fuentes, a pie de campo, ha sido todo una gozada, ¡¡Llama Nora!!, coge el teléfono Gon…

—¡Hola Nora, cuánto placer!¿Cómo estás?¡Cuánto tiempo!

—No sabés cuanto gocé con el buscador de historias, querido Gon.

—Yo que me alegro, Nora, en parte en esta casa trabajamos para hacer felices a la gente.

—Bueno Nora, tiene razón Gon en esa afirmación ¿qué sería de nosotros sin vosotros? Y también estoy de acuerdo contigo en que “todo es por algo”, lo que pasa que hay quien le presta más atención a esto y quien menos.

—¡Ah, si Albita! ¿Qué es eso del carnaval?

—Te lo cuento yo, Nora: es que aquí en nuestra tierra, en Cádiz, tienen los carnavales mucha tradición, se celebran concursos de coplas en un teatro, la gente se disfraza y sale a la calle y se vive con tanta intensidad que es una diversión contínua..

—Puedes ver algo de esto en Youtube, busca “carnavales de Cádiz” y escucha lo que dicen sus letras, te gustará.

—¡Ah, gracias Albita, seguro que lo haré!

—A propósito de Albita, se acaban de trabucar las líneas de teléfono, asi que vamos a ver si conseguimos entendernos. ¿Porqué tu empeño en Aurillo?, que no es Aurillo, sino Arruillo.

—¡Ay si, tenés razón! Cuanto descuido, perdoná.

—Estás perdonada, no le eches mucha cuenta a Alba que siempre está con lo mismo. Lee a Vargas Llosa, no te arrepentirás y hay que salir al campo, si no es para subir, al menos para respirar el aire puro, a mí es que me fascina.

—Lo de Gon no es normal, Nora, a veces se pasa y luego llega al trabajo que no se tiene en pie, se cree que el tiempo no se cobra su cuota correspondiente. ¡Qué bonita las luciérnagas!

—¡Si! Cuánto disfruté Albita

—Don José no está por aquí, pero le daremos de tu parte esos besos.

—¿A él le vamos a dar los besos Gon?

—Ya me entiende lo que quiero decir, hablo de Nerea, claro.

—Pues díselo así, hijo, no la líes.

—¿Quién está liando?

—¡Ay, chicos, chicos, no me seáis pelotudos! Yo lo entendí ¿Dónde esta El Melli Gon?

—¿Qué hora es?

—Cerca de la diez.

—Entonces ya es tarde. Lo siento, Nora, ya veremos si lo cogemos mañana.

—¿Oye Nora, gracias por lo que me toca con los poemas?

—¡Oh si Albita! Las siento tan dentro. Ya os tengo que dejar ¿oísteis?

—Si es por la factura ni te preocupes, paga el jefe.

—¡No, no es por eso, querido Gon!, es que se acabó mi tiempo ¡Os quiero!

—¡Adios preciosa, hasta otro día!

—¡Adios, adios!

1 comentario:

  1. Jajajajaj es verdad! la tengo con Aurillo! Ya escribirè 100 veces Arruillo jajajajaj.

    No sabès querido ARRUILLO, lo que me he reìdo y emocionado una vez màs, al entrar aquì...

    Muchas Gracias por tanto y por todo!

    Besos!!!

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