viernes, 5 de marzo de 2010

No quiero lanzar al mundo


162 Hoy me toca a mí Gon, en medio de tanta agua, tanto terremoto y tanto debate taurino, dejemos un lugar para la poesía…













No quiero lanzar al mundo

pasquines de besos perdidos.

A pesar de que el mercurio

ha abierto hueco en el termómetro

mis cabellos de ceniza

conversan con el aire de la noche.

No quiero profanar intimidades

con caricias que un día fueron.

Mármoles blancos sostienen

miembros carcomidos de impaciencia,

defenestrados

aburridos de flexionarse.

No quiero seguir el sendero

circular, caer en la triangulación

o dejar a mi dedo anular

sumido en la desesperanza.

Quiero

ser una voz mientras

haya un oído cercano,

un músculo que rompa fibras,

una lengua inarticulada,

unos ojos que no resistan

el fuego.

Quiero ser hierro candente,

celebrar el impacto del martillo

en la fragua de los besos

y levantar mi copa floreada

por la victoria

del último romántico.

Para los que creemos en la vida como función social, nos duele la herida rusa. No se acierta a comprender como se ha llegado a la luna y ahora no hay forma de ponerse de acuerdo en lo cotidiano. Tampoco se entienden las multas por exceso de productividad, con el hambre que sigue teniendo el Sur. Si Bécquer levantara la cabeza—o le contaran– que alguien con su mismo nombre y apellido se dedica a eso del atletismo..¡que paradójico es el mundo!. Nunca se me ocurrió pensarlo pero estoy llegando a convencerme que la gente de pueblo son de polaridad distinta. La lluvia inesperada tiene siempre la ventaja de poderte guarecer en un paraguas en el que hay que estrecharse. Hoy no es domingo


2 comentarios:

  1. Es la única posible salvación del mundo: la poesía, si es que existe.
    Un abrazo.
    Y un soplo primaveral para Nerea.

    ResponderEliminar
  2. La poesía tiene su lugar, sólo que a veces, nos comportamos como no videntes y vamos tanteando para poder palparla... y aquí estoy, acariciando esta poesía "No quiero lanzar al mundo", que se desnudó delante de mi corazón, mostrándole lo bella que es.

    Besos para vos, mi querido Aurillo ;0)

    ResponderEliminar

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?