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martes, 28 de septiembre de 2010
Nuevos aires

viernes, 24 de septiembre de 2010
¡Vaya con el lunes!, Dos.
207 Al final va a tener razón D. José, por algo es el jefe Alba, no lo olvides, parece que estamos pasando por una etapa donde nuestros ilustres vecinos se han quedado mudos, y lo extraño de este asunto, Alba, es que llegan, nos dejan su tarjeta de visita – como ha hecho Arlene Rodríguez - , pero no dicen ni mú, ¿ni qué?, ni mú, es un dicho, ¡ya!, a lo que íbamos, charlando con el jefe de esto mismo hemos llegado a la conclusión de que el peso de Fernando, Izaskun y Nora se ha dejado notar, es lo que pasa cuando una mesa se asienta sobre tres patas, que como le falle una…adios mesa, así es Gon, pero seamos optimistas ¿sabes lo que me ha dicho un pajarito?, ¿qué?, pues que el artículo que colgamos, hace cerca de un año, bajo el título de ¡vaya con el lunes!, en lo más visitado de nuestra casa ¿qué tendrá ese lunes?, no lo sé, y otra sorpresa Gon, ¡ah sí! ¿cuál?, Nora sigue ahí, ¿qué quieres decir?, pues que ese mismo pajarito me ha indicado que ella y Miguel Angel son los que más nos visitan, al margen de otra gente que sabe dios de donde saldrán, ¿te habrás alegrado, no?, claro ya sabes…otra cosa Gon ¿terminaste “La montaña mágica”?, así es, ¿y qué?, demasiado larga para mi gusto, ¿un tostón?, no diría eso, pero es que no puedo resistir la tentación de las comparaciones, y como estoy leyendo a Monterroso, es que no tiene nada que ver, a eso voy Alba, esas novelas que se dicen tantas cosas y se tocan tantos temas en uno, son más bien tratados filosóficos, puede que tenga algo de razón Gon, a mí me llama mucho la atención, por ejemplo,que la protagonista femenina, termine diluida antes de llegar al final, como si no hubiese existido, ese es un detalle, tiene otros, lo cual no quiere decir que no merezca la pena su lectura, no es eso, pero es por buscarle las cosquillas más que nada, como nos las va a buscar a nosotros D. José como no dejemos la charla, ¡anda, vámonos que ya está bien por hoy!

lunes, 20 de septiembre de 2010
Operación jazmín (2)

jueves, 16 de septiembre de 2010
Palabras claves de búsqueda

lunes, 13 de septiembre de 2010
La montaña mágica

viernes, 10 de septiembre de 2010
Operación jazmín (1)
OPERACIÓN JAZMÍN (1)
Una tarde tormentosa del mes de Mayo me encuentro mirando por la ventana de mi habitación las distintas formaciones de nubes, tratando de darle una explicación lógica al tremendo calor de Sevilla, cuando observo un movimiento desacostumbrado en la calle ,de coches de policía que distraen mi mente. Cualquier tarde de este maldito mes que llevamos sufrido es más que distraído si permaneces un rato mirando por la ventana, pero lo de hoy no es normal, aquí se ve mucho movimiento de gente con uniforme y walkitalkis con ronquera. Comienzo a olvidarme de mis experimentos caseros para solucionar los rigores del mes, y me fijo en el movimiento de gente para ver que se guisa en la calle que tengo tan próxima; me dan ganas de ponerme un pantalón y salir a dar una vuelta, porque la curiosidad me corroe, pero me reprimo porque tengo ciertas dudas sobre si seré bien recibido. ¿Pero qué digo? Pues no que parece que ando por el mundo indocumentado. ¿Qué me iba a pasar a mí? Este es un país libre y como ciudadano puedo pasear por la calle, salir y entrar de mi bloque, encender y apagar la luz de la escalera, bajar la basura o irme a tomar una copa en el bar. ¿Quién me va a impedir a mí eso? Puede tratarse de una operación de esas que llaman de limpieza, que tanto salen en los periódicos y que luego la bautizan como operación tal y operación cual, pero a mí eso que me importa. Distinto es si pensamos en mi vecino de al lado, él sabrá los líos en los que ande metido, que yo lo veo entrar y salir con maletas; eso sí de tarde en tarde, puede que sea viajante la criatura ¿porqué no? A mi no me da lata ninguna, y en el poco tiempo que llevo por aquí, lo único que hace de vez en cuando es un ruido en la pared del comedor, como si estuviese atornillando o desatornillando algo, a la altura de la toma de la televisión, que cualquier día me da la impresión que va a aparecer la punta de la herramienta por mi pared. ¿A lo mejor desconfía de los bancos, y resulta que tiene allí guardado sus ahorrillos? Vaya usted a saber, hoy día hay gente tan rara por ahí, aunque yo nunca he llegado a verles la cara, tan sólo puedo hablar de las maletas, que esas si que las he visto, y la verdad no me parecen nada sospechosas. Al margen de esta familia, cuyos movimientos desconozco, no observo en el bloque ningún otro asunto que pudiera ser como para estar preocupados, y como además yo sé que tampoco estoy metido en ningún lío, no tengo porque sentir desasosiego por el montaje de la calle, por muchas luces azules que se reflejen en los escaparates, no me parece más que un circo el espectáculo reinante. Además todo parece indicar que gira en torno al tráfico, porque fijándome bien, a quienes están parando es a los vehículos que circulan por la calzada, lo mismo da que se trate de una moto como de un camión de transporte. ¿Qué buscarán? Cada vez me reprimo menos las ganas de bajar al ruedo para ver el espectáculo de cerca, como me corroe la curiosidad.
Mira la policía aquella de la coleta, con el walki en una mano y con la otra diciendo pa cá y pa llá, parece una jefecilla: ya me lo decía mi parienta “el día que subamos las mujeres al poder, os vais a enterar los machos”. Ya nos estamos enterando: yo aquí comiéndome la moral con la incertidumbre de esta operación jazmín, o como quiera que se llame, y ella en el cortinglés empapándose de las últimas novedades, total para ponerme los mismos pantalones cada vez que rebusco en el armario. Yo estoy seguro que aquí pasa algo, porque a esos dos de la furgoneta los tienen pregunta que te pregunta, desde hace media hora y la de la coleta no deja de gesticular con los brazos. Hay policías con toda clase de uniformes. ¿Irá a pasar el rey por aquí en una visita a los barrios? ¿Quién sabe? Como esas cosas son siempre de sorpresa. Pero a mí me da que aquí pasa algo gordo, de terrorismo, drogas o trata de negras, porque esta movida no se ve muy a menudo, o a lo mejor nos hemos venido a vivir al barrio donde hacen las prácticas los polis de academia.
Tengo que terminar el trabajo que tengo en el ordenador, pero es que cuesta lo suyo separarse de la ventana: ahí están todavía los de la furgoneta, y un poco más adelante tienen parados a dos motoristas, que me da la impresión que van a tener que dejar las motos en prenda. Menudo lío; claro, la gente llega a la rotonda y cuando pretenden tomar la avenida, ahí se encuentran con el filtro, que no deja pasar ni una y a doscientos o trescientos metros, que yo con estas cosas me lío mucho, otro control para detener a los que vienen en sentido contrario. El que lleve prisa que se vaya olvidando de llegar temprano a donde quiera que fuere, porque aquí entre unas cosas y otras se le va un tiempecito. Además, ahora que me fijo, allá más lejos en la avenida tienen colocado otro vehículo policial, que impide al que llega hacer ninguna maniobra de retroceso y los que se incorporan por las calles adyacentes caen todos. Pues si que se lo tienen bien montado, estoy por llamar a la parienta para que no se asuste al llegar, porque esto va para largo, desde luego el que estuviese aburrido en su casa y no tuviera otra cosa que hacer – que no es mi caso -, se lo están pasando bomba con el espectáculo ¡que entretenido! Aunque me imagino que en más de un piso estarán temblando, por si llaman al timbre, como no se sabe qué buscan y por aquí hay tanta gente sin papeles, supongo que estarán rezando para que acabe pronto la movida. Ellos si que lo tienen difícil, porque salir a la calle para escapar puede complicar las cosas, y esperar a que pase la tormenta puede resultar un infierno. Los líos de los papeles, pero ¿qué van a hacer las criaturas si no tienen otra forma de ganarse la vida? ¿A quién le va a gustar marcharse tan lejos? Nosotros tuvimos que emigrar en su día, pero la mayoría nos fuimos cerquita: el Norte, Francia, Alemania y además con los papeles en regla. Ahora cogen a cualquiera ahí en la calle, o en un piso, sin documentar y ya tenemos el follón. Detener, detener, parece que no detienen a nadie, es cosa más de papeles que estén en regla, porque la grúa sí que está trabajando y ha cargado ya con un coche y unas cuantas motos, yo no sé como puede andar la gente tan tranquila por ahí de esa forma, pero si se vive más tranquilo teniendo los papeles arreglados, pero claro, también hay quien dice que, hasta donde vamos a llegar con tantos requisitos, que se lleva uno toda la vida fichando. Ya me estoy poniendo nervioso con tanto movimiento policial, yo voy a colocarme algo por encima y estoy en la calle empapándome de lo que pasa, que me voy a tener que comer las uñas, yo que nunca me los como. Eso sí, aquí al menos, en este bloque no se está escuchando nada raro, debe ser por otro sitio o a lo mejor es cosa sólo relacionada con el tráfico.
.../...Continuará

lunes, 6 de septiembre de 2010
El camino
202 Ahora me parece un buen momento para que me cuentes algo más de tu experiencia de peregrino, como quieras Alba ¿en qué quieres que me centre?, pues cuéntame de todo un poco, ya sabes que como nos pasemos de veinte líneas, esto no hay quien se lo trague, ¿eso de andar con carretas camino de Santiago, como es?, para la gente que llevamos en las venas el tintineo de las campanillas, el crujir de las ruedas en su constante avance, el cabeceo de la mula tirando sin parar…una retrospectiva a la niñez, donde los obstáculos no existían, ¡ya! ¿y para el resto del personal?, había de todo Alba, hay quien se embarca en estas aventuras por fe, quien lo hace por deporte, quien se inscribe para entablar nuevas relaciones y quien se apunta a un bombardeo, ¿dónde y cómo dormíais tanta gente?, ya te digo de paso que la organización ha sido perfecta, para conseguir que todo un ejercito de personas, animales, carros e intendencia se moviesen cada día, no es nada fácil, lo digo porque algo entiendo de esto, ¡ya!, lo de dormir, te explico: llegábamos a los polideportivos y cada cual buscaba el mejor rincón que podía para extender su saco de dormir, los veinticinco kilómetros de media por jornada, no daban para muchos miramientos, nos duchábamos, cenábamos y a dormirse sin tener en cuenta la intensidad de los ronquidos, a la mañana siguiente como nuevos, ¿al llegar a los pueblos no se asustaban?, están acostumbrados, no obstante aquello era espectacular, nos recibían con música de muñeiras, con bailes regionales, con voltear de campanas y hasta con cohetes, en ese momento…se acababa cansancio y todavía restaba algo de fuerza para marcarse un baile, ¡qué movida!, es para vivirla Alba, no me cabe la menor duda, me alegro por ti, que te veo con un brillo en los ojos algo especial y vámonos ya, que al final nos van a llamar la atención

jueves, 2 de septiembre de 2010
Buen comienzo
201 Qué cosas más bonitas nos ha dicho María Adriana ¿verdad Gon?, y que lo digas Alba, además dice que está leyendo sin parar, así que puede que pronto tengamos nuevas noticias de ella, y su blog es potentísimo ¡qué manera de lanzar escritos!, la verdad es que tiene donde elegir, oye ¡y que alegría!, dos fotos nuevas en nuestro pasillo, así es Gon, empezamos el mes de septiembre con buen pie, lo que hace falta ahora es que el personal hable, ya sabes aquello de que “un blog se alimenta de tus…”, de eso no me hables, que estoy loco con la nueva estructura de la casa, D. José no tiene otra cosa que pensar que en mandarnos a hacer reformas, como si no tuviésemos bastante trabajo, no te quejes Gon, que al final estarás agradecido, pero…todavía no me has dicho quienes son los nuevos vecinos, ¡ah, si perdona!, se trata de un brasileño, del que solo se el nombre de su blog y de un cacereño, Manolo de la Cruz pues nada Gon, les damos la bienvenida y esperamos que se de una buena comunicación entre las partes, otra cosa ¿que te parece la marcha de la roja?, que me va a parecer Alba, que está algo desteñida, como no espabile pronto me los veo ya mismo en el aeropuerto con las caras desencajadas, tengo algo más de fe Gon, son los campeones del mundo, es que Pau pesa mucho en este equipo, en eso tienes razón, pero hay que seguir confiando, ¡oye! ¿y la tertulia qué tal?, yo no pude asistir ayer, muy bien Alba, veo a la gente con ganas, hemos retomado el asunto Doña Concha, ¡otra vez!, sois cansinos ¿eh?, ¡ya! Pero esta vez se va resolver pronto porque para el día once tiene que estar en su destino, ¡menos mal! ¿oye, qué hora es?, no lo se, el reloj creo que está parado, y nosotros aquí de palique, como venga el jefe nos cruje, ¡hasta luego!
