viernes, 16 de octubre de 2009

Tan sólo hace tres poemas


116 Ayer me dijo el jefe, en el día de Santa Eduvigis que no se te olvide colgar el poema número cuatro de “Reencuentro en azul”, y yo me dije: Alba no lo pienses, y no lo pensé…









Tan

sólo hace tres poemas

que reavivé

el rescoldo de aquel fuego

y he tenido que abrir la ventana

sediento de aire.

El griterío

y un sin fin

de tubos de escape

engulleron la lluvia,

como esponjas de desorbitados POROS.

Por jardines y plazas públicas

precursores pétalos

rompen la monocromía

del verde,

y los receptores de radio

multiplican los minutos dedicados

al folklore en compás de tres por cuatro.

Mientras tanto

sigo inmerso

en los tentáculos

inflexibles de la MUSA.

Tan sólo me deja libre

un brazo para escribir

y una ténue iluminaria

en algún lóbulo perdido

de mi cerebro.

Se agolpan las IDEAS

en desesperada lucha

con multitud de lecciones

a medio digerir.

Cada frase

cada palabra

ha de pasar

por el tamiz, antigua ventanilla,

para que algún amigo

atentamente

le estampe el sello del VºBº

¿Y esto será poesía?

¿estas caprichosas líneas

formaran versos?.

Al final de la tarde

dudo...

Si estaré degustando cada instante

la finura de un rubio licor

o la amargura de un desconocido veneno.

Poetas

y poesía

pululan por mi alrededor

como gráciles mariposas

llamativas e inquietas.

¡MUSA! . Acude en mi ayuda

y sácame de este abismo

donde

no se si me hallo.


1 comentario:

¿Y ahora qué? ¿No me vas a decir nada?