9 ¡Por fin, Gon, por fin! Acaba de asomarse una vecina a mi puerta y no me importa que no haya dicho nada, al menos se ha asomado, que tal y como está la cosa, no veas lo contento que me he puesto, y yo que me alegro, Alba, ¿cómo se llama?, pues mira, resulta que es una conocida de aquel Curso que hicimos sobre la escritura creativa ¿lo recuerdas?, creo que si, el de los quinientos euros, ¡ese, ese!, a lo que iba, el otro día le dejé mi tarjeta de visita y…¡eureka! Ya se ha molestado en ver nuestra nueva casa, se llama Inma y vive por aquí cerca, ya te la presentaré cuando consigamos encontrarnos.
Por otra parte, el amigo del jefe –Ale creo que se llama-, que participó en Boomerang ha tenido éxito y parece que ha entrado con buen pié en el sistema, según me contó ayer una de sus musas, esto dio para que se pudiera discutir en la tertulia del miércoles sobre el conflicto en el relato, sobre el decir y el mostrar – que tantos quebraderos de cabeza nos da- y sobre lo difícil que resulta ponerse de acuerdo en la validez o no del uso del lenguaje de forma más o menos académica.
Y mientras tanto el jefe, a lo suyo: ahora nos descubre una nueva página, publicatuslibros, que le ha gustado mucho y que ya mismo nos va a tener metidos en otro lío, a pesar de la reticencia que le tiene a este tipo de editoriales, pero me temo que está sopesando la posibilidad de entrar de lleno en el descubrimiento, así que la perfecta puesta a punto de la nueva casa, va para largo.
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